Estimada Victoria Analía Donda:
En un artículo de tu autoría publicado ayer en el diario Infobae, titulado “Marcha por el aborto legal, seguro y gratuito”, vinculas la celebración de la jornada por el Día Internacional de la Mujer con la campaña por la despenalización del aborto. Ya no causa sorpresa, más bien aburre el uso que haces del eufemismo “interrupción legal del embarazo” en vez de decir realmente el asesinato del bebé en el vientre materno, porque de eso se trata, en definitiva. Es como si alguien dijera que a todos los que proponen interrumpir el embarazo habría que interrumpirles el proceso respiratorio ointerrumpirles el proceso circulatorio sanguíneo.
En otro pasaje hablas del derecho del reconocimiento de la autonomía de los cuerpos. Permitime preguntarte: ¿quién les niega a las mujeres la autonomía de sus cuerpos? En el caso de un embarazo, no estás hablando de sacarte un quiste o un forúnculo, o de disponer de tu cuerpo, sino de arrancar al hijo del vientre materno y de impedirle vivir. Salvo que creas que un hijo en gestación es una anomalía que hay que eliminar.
Me llama poderosamente la atención que hables del “derecho al aborto” y fundamentes el derecho a la vida de una persona en el deseo de otra persona a aceptar o no su existencia. En este sentido, lamento informarte que pensás igual que la oligarquía financiera internacional, uno de cuyos principales personajes emblemáticos fundó el aborto como derecho, en tanto “derecho de la mujer a determinar su propia fertilidad”. Es decir, la mujer que no desea ser madre puede matar a su hijo gestado (¿???). ¿Sabés quien dijo esto? John Davison Rockefeller III, el padre y patriarca del genocidio abortista a nivel mundial: “el aborto es el derecho que tiene la mujer para determinar su propia fertilidad”[1]. Como verás, pensas igual que los Rockefeller, aunque por otro lado te identificas con las figuras del Che Guevara, de Evo Morales o de Fidel Castro.
En realidad, es francamente contradictorio (o cuasi esquizofrénico) que condenes la política de desaparición forzada de personas por parte del Proceso de Reorganización Nacional –en el que varios de sus miembros eliminaron personas de las que no deseaban su existencia-, y por otro lado pretendas despenalizar la desaparición forzada de personas en el vientre materno. ¿En qué quedamos?
En otras palabras, ¿QUÉ TIPO DE REVOLUCIÓN SOCIAL O PROGRESISTA PRETENDES LLEVAR A CABO, SI PENSAS IGUAL QUE LA OLIGARQUÍA MUNDIAL?Reivindicas personajes revolucionarios, PERO PENSAS Y HABLAS IGUAL QUE LA OLIGARQUÍA plutocrática internacional. Lo grave es que quieras imponer un marco jurídico fundado en la ideología gorila del capital financiero internacional.
Y como si todo esto fuera poco, decís que “la legalización del aborto es el reconocimiento de que las mujeres abortan, aunque esté prohibido, y que la inseguridad que deviene de la clandestinidad de la práctica hace que las mujeres, principalmente las más vulneradas socioeconómicamente, mueran en el intento”. ¿Sabés que lo mismo dijo en 1972 John Davison Rockefeller III: “La Comisión CREE que las diversas prohibiciones contra el aborto a lo largo de Estados Unidos surgen como obstáculos al ejercicio de la libertad individual: la libertad de las mujeres para hacer elecciones morales difíciles basadas en sus valores personales, la libertad de las mujeres para controlar su propia fertilidad y, finalmente, la libertad respecto a las cargas pesadas de un embarazo no-deseado.
Las disposiciones restrictivas también violan la justicia social, pues cuando se prohíbe el aborto, las mujeres recurren a abortos ilegales para prevenir nacimientos no-deseados. Los abortos médicamente seguros han estado disponibles siempre para las mujeres ricas, las que pueden afrontar los elevados costos de médicos y viajes al extranjero; pero la mujer pobre ha sido forzada a arriesgar su vida y salud con remedios populares y practicantes desacreditados”[2].
Fijate que el derecho a matar al propio hijo en el vientre materno está fundado en un dogma: los Rockefeller creen que matar al hijo es un derecho, no demuestran científicamente. ¿Sabés que matar al hijo es el único “derecho” que los Rockefeller equiparan para la mujer rica y para la mujer pobre? De los demás derechos -alimentar dignamente a los hijos cuatro veces por día; veranear 30 días con su familia; tener un personal trainer; tener una vivienda con una pieza para cada uno de los hijos; etc.- los Rockefeller no dicen nada.
Me llama la atención que pensés igual que los Rockefeller y que levantes la figura del Che Guevara, pero que tu preocupación fundamental sea imponer la pena de muerte para los seres más inocentes e indefensos de todo, no hacer realidad la justicia social en serio.
En un programa televisivo, dijiste que “las mujeres abortaron, las mujeres abortan y las mujeres abortarán siempre”, aunque la ley se los prohíba. De ello deducís que hay que despenalizar el aborto, porque la ley no se cumple. Estimada Victoria, son más las mujeres que mueren por violencia doméstica, aunque la ley lo prohíba; se secuestran personas y muchas veces se las mata, aunque la ley lo prohíba; se roban a mansalva automotores, muchas veces con asesinato incluido, aunque la ley lo prohíba; se asaltan a matrimonios ancianos con violencia y se los lastima mal, aunque la ley lo prohíba, etc.
Según la “lógica” que aplicas para el aborto, habría que despenalizar todos los delitos, porque se llevan a cabo, aunque la ley los prohíba. Y según tu “lógica”, ¿cuando un “varón” quiere pegarle a su mujer, habría que habilitar salas o pabellones en los hospitales, para que el delito se lleve a cabo sin que corra riesgo la vida del “varón”, y que los médicos los ayuden a llevar a cabo sus deseos, para que no corra sangre? Vos no ponés en duda el asesinato de los bebés en el vientre materno, sólo te preocupa que las mujeres que hacen matar a sus hijos no corran riesgos. Supongo que lo mismo puede valer para la violencia de género, ¿o pensas que los que alguna vez fueron “los únicos privilegiados” ahora pueden ser eliminados porque no se desea que existan? ¿Sabés quién impuso que “sólo ser traídos al mundo los hijos deseados o queridos”[3]? Sí, John Davison Rockefeller III. Una vez más, lamentablemente, PENSAS IGUAL QUE LOS ROCKEFELLER.
Pero, además, ¿sabes que la política de la despenalización del aborto fue implementada a nivel mundial por el empleado eterno de los Rockefeller, es decir, Henry Kissinger, cuando ocupaba el cargo de Consejero de Seguridad Nacional de los presidentes Richard Nixon y Gerald Ford, a través del famoso Memorando 200/74, en el que afirmaba que “ningún plan de control de la natalidad funciona si no está despenalizado el aborto? ¿Sabes cuál es el título de ese famoso Memorando? Implicancias del crecimiento poblacional mundial para la seguridad nacional de Estados Unidos y sus intereses de ultramar. En consecuencia, al impulsar la despenalización del aborto estás acompañando la estrategia antinatalista de la oligarquía norteamericana para proteger la seguridad nacional de Estados Unidos. La verdad que como política antimperialista tu accionar es bastante esquizofrénico
En fin, Victoria Analía, espero que puedas recapacitar y ver que lo que estás promoviendo en realidad está al servicio de proteger la seguridad nacional de Estados Unidos; que todo lo que decís es copia textual de los documentos elaborados por John Davison Rockefeller III y Henry Kissinger, eso sí, con la camiseta y las banderas del Che Guevara.
Me gustaría poder debatir estas cuestiones con vos, pero lamentablemente la experiencia me ha enseñado que con los progresistas sólo se puede debatir si se está de acuerdo con sus ideas. Ustedes piden debatir, pero cuando uno comienza el debate se mandan a mudar.
Te saludo atte.
José Arturo Quarracino
ANEXOS:
1) El Aborto y el argumento de la “Justicia Social”
En sus proyectos legislativos, los progresistas sostienen que «legalizar el aborto en razón de justicia social es reconocer que en el contexto latinoamericano, sumido en la pobreza y en la desigualdad social, son las mujeres pobres quienes sufren o mueren por abortos realizados en clandestinidad», ya que «las mujeres de los sectores más ricos o mejor ubicados social y económicamente acuden en forma privada a profesionales idóneos, las pertenecientes a las franjas más pobres sólo tienen acceso a procedimientos caseros o de baja calidad, y por lo tanto, riesgosos para su salud y su vida».
Es llamativo que los pretendidos “izquierdistas”, en vez de luchar a fondo y en serio contra la pobreza y la desigualdad social, abogan para que las mujeres pobres puedan matar a sus hijos, al igual que las mujeres ricas, en condiciones “seguras”, pero ni por casualidad se le ocurre equiparar ya los derechos que realmente dignifican a la mujer: alimento para sí y para sus hijos, vivienda digna, acceso integral a la salud, educación, etc.
Más llamativo es que fundamenten esta “igualdad para matar” en EL MISMO ARGUMENTO QUE FORMULÓ YA EN 1972 JOHN DAVISON ROCKEFELLER III: «La Comisión CREEque las diversas prohibiciones contra el aborto a lo largo de Estados Unidos surge como obstáculos al ejercicio de la libertad individual: la libertad de las mujeres para hacer elecciones morales difíciles basadas en sus valores personales, la libertad de las mujeres para controlar su propia fertilidad y, finalmente, la libertad respecto a las cargas pesadas de un embarazo no-deseado. Las disposiciones restrictivas también violan la justicia social, pues cuando se prohíbe el aborto, las mujeres recurren a abortos ilegales para prevenir nacimientos no-deseados. Los abortos médicamente seguros han estado disponibles siempre para las mujeres ricas, las que pueden afrontar los elevados costos de médicos y viajes al extranjero; pero la mujer pobre ha sido forzada a arriesgar su vida y salud con remedios populares y practicantes desacreditados»[4].
Éste es el único “derecho” de las mujeres pobres que los Rockefeller equiparan con el de las mujeres ricas: matar al hijo no-deseado en condiciones “seguras”. De equiparar el resto de los derechos,ni una palabra. ¿Cómo se explica que se definan como progresistas y a la vez coincidan en forma absoluta con la ideología oligarca, reaccionaria y genocida del capital financiero internacional?
Con esta actitud, los progresistas “revolucionarios” pregoneros de la “patria socialista” pretenden darle estatus democrático a la ideología del capitalismo financiero depredador. USAN LA MÁSCARA DEL CHE GUEVARA, para promover LA IDEOLOGÍA ANTINATALISTA DE DAVID ROCKEFELLER y Cía.
2) El Aborto y el embarazo por violación
El progresismo “revolucionario” pretende que el aborto pueda ser efectuado en cualquier etapa de un embarazo en casos que éste sea producto de una violación.
- En este sentido, SE PROPONE LA PENA DE MUERTE PARA LA CRIATURA GESTADA (ser humano indefenso queno ha cometido ningún delito), mientras que PARA EL CRIMINAL VIOLADOR PROPONE…NADA.
Ofende al sentido común y es una locura total condenar a muerte a un inocente y dejar vivo a un criminal. En realidad, este progresismo “revolucionario” olvida que esta propuesta de aborto para embarazos por violación es el paradigma diseñado y postulado en el año 1969 por el “camarada” Harrison Tweed (asesor legal del Chase Manhattan Bank y de la familia Rockefeller[5]), en momentos en que era presidente del American Law Institute, organismo privado fundado por un miembro del Council on Foreign Relations, manejado ininterrumpidamente desde el momento de su creación por el «Imperio Rockefeller»[6]. Este esquema paradigmático cacareado por nuestro “izquierdismo” vernáculo fue explicitado en un borrador del Model Penal Code (Código Penal Modelo)[7], esbozado más nunca aprobado, pero que le sirvió a la oligarquía angloamericana para “justificar” y legitimar este criterio.
- Pero además de irracional, esta propuesta abortistaREPRODUCE LA LÓGICA DE LA VIOLENCIA, LA LEY DEL MÁS FUERTE, ya que a la primera violencia ejercida por el criminal sobre la mujer atacada y ultrajada el progresismo pretende unasegunda violencia, que es el “derecho” de la mujer violada a matar a su hijo.
En tal sentido, se propone que la mujer violada mate “legalmente” a su hijo, pero no se le concede el “derecho” de matar “legalmente” al criminal que la agredió. En este esquema, sólo es válido y legal matar al más débil, no al más fuerte. Una locura total.
3) El Aborto y la violación de la Constitución
En realidad, la propuesta de la despenalización del aborto constituye la autorización de la aplicación de la pena de muerte en los países donde no está implantada o ha sido derogada, y también la aplicación –en países donde está vigente- a personas menores de edad o a mujeres embarazadas.
Pero en ambos casos se VIOLA LA CONVENCIÓN AMERICANA DE DERECHOS HUMANOS (Pacto de San José de Costa Rica, 1969) que prohíbe tal práctica penal.
- a) Hasta los mismos progresistas reconocen que el feto en el vientre maternoes una vida humana, por lo tanto,el feto es un ser humano, y como tal es persona[8], tal como afirma la mencionadaConvención. Como persona, tiene derecho a ser reconocida su personalidad jurídica[9].
- b) Como persona, al nasciturus no se le puede aplicar la pena de muerte, porque ésta no rige actualmente en nuestro país, y la citadaConvenciónimpide su institucionalización[10].
- c) Tampoco se le puede aplicar la pena de muerte a los nasciturus, porque son menores de 18 años, y como tales laConvenciónlos ampara en su derecho a la vida[11].
4) El Aborto como “Derecho”
«El aborto es el derecho que tiene la mujer para determinar su propia fertilidad»[12].
Que el aborto es un derecho lo ha determinado históricamente en forma explícita y por primera vez John Davison Rockefeller III, en 1973. Es el argumento instituido por la oligarquía financiera mundial, de la que este personaje es su cara visible y vocero, que los progresistas de toda laya toman como dogma y principio incuestionable.
Este dogma está anticipado en forma implícita en la institucionalización del famoso y falso “derecho humano básico de decidir la cantidad de hijos y el espaciamiento entre ellos”[13] y por el delirante principio ético que sostiene que “sólo deben ser traídos al mundo los hijos deseados”[14].
5) El Aborto como “problema de salud pública”
«[…] la anticoncepción es el método de elección para prevenir un nacimiento no deseado. Creemos que el aborto no debe ser considerado un sustituto para el control de la natalidad, sino más bien como un elemento en un sistema general de cuidado de la salud materno-infantil»[15].
Clarísimo: el aborto no es considerado un crimen ni asesinato, sino un “problema de salud pública”. Lo mismo repiten desde hace tiempo los progresistas.
Esto se complementa con otros argumentos siempre citados por el progresismo izquierdoso y que se articulan con el argumento anterior: “[…] las mujeres deben tener la libertad de determinar su propia fertilidad, la cuestión del aborto debe ser dejado a la conciencia de la mujer involucrada, en consulta con su médico, […] los Estados deben ser alentados a aprobar estatutos objetivos que creen un marco claro y positivo para la práctica del aborto a petición”. Es decir:
- a) el aborto es una decisión libre de la mujer
- b) el aborto es una cuestión que sólo involucra a la mujer y al médico (desaparición de los esposos y padres)
- c) el Estado es garante de la ejecución de ese “derecho”
Llamativamente, es el mismo esquema que repiten los “progres”: Aborto como derecho y acto libre – Involucra solamente a la mujer y a un médico – Estado garante del ejercicio de ese “derecho”.
NOTAS:
[1] John Davison Rockefeller III, The Second American Revolution, New York, Harper & Row Publishes, p. 64.
[2] Rockefeller Commission Report, Population and the American Future, Chapter 11: Human Reproduction.
[3] Rockefeller Commission Report, Population and the American Future, Chapter 11: Human Reproduction.
[4] Rockefeller Commission Report, Population and the American Future, Chapter 11: Human Reproduction.
[5] «Harrison Tweed», en http://en.wikipedia.org/wiki/Harrison_Tweed
[6] Gary Allen, The Rockefeller File, Nueva York, 1976, Chapter Five.
[7] American Law Institute, Model Penal Code, Section 203.3. Abortion, en http://hometown.aol.com/abtrbng/mpca.htm
[8] Convención Americana de Derechos Humanos, Parte I, Capítulo I, Artículo 1, § 2.
[9] Convención Americana de Derechos Humanos, Parte I, Capítulo II, Artículo 3.
[10] Convención Americana de Derechos Humanos, Parte I, Capítulo II, Artículo 4, § 3.
[11] Convención Americana de Derechos Humanos, Parte I, Capítulo II, Artículo 4, § 5.
[12] John Davison Rockefeller III, The Second American Revolution, New York 1973, Harper & Row Publishes, p. 64.
[13] Statement on Population, 1966.
[14] Rockefeller Commission Report, Population and the American Future, Chapter 11: Human Reproduction.
[15] Rockefeller Commission Report, Op. cit., ibidem.
AUTOR: José Arturo Quarracino
FUENTE: institutocirculomss.com.aR