El ARA San Juan y las lecciones para una seguridad marítima de Sudamérica

EL HUNDIMIENTO DEL ARA “SAN JUAN“ Y LAS LECCIONES PARA UNA SEGURIDAD MARÍTIMA DE SUR AMÉRICA

El hundimiento y pérdida del submarino ARA “San Juan”, más allá de las cuestiones específicamente operativas como la mantención de la nave, la antigüedad de la misma, y todo aquello que se logre precisar en el sumario como causas de su pérdida y hundimiento, evidencia la falta de una estrategia de seguridad marítima no sólo de la Argentina, que quedó de manifiesto, desde la falta de recursos para las necesidades de una política de defensa hasta la estrategia comunicacional ambigua para enfrentar la crisis. En efecto, la falta de una estrategia de seguridad sur americana- de los países de la UNSASUR- quedó de manifiesto ante los factores externos de la crisis, los cuales podemos agrupar en dos grandes categorías: la tecnológica y la seguridad y el control de los espacios marítimos complejos.

El hundimiento del ARA “San Juan” activó una red de colaboración global de las potencias con tecnología adecuada para enfrentar este tipo de crisis: EEUU, Rusia, Gran Bretaña. Medios aéreos, navales, robótica submarina fueron utilizados para barrer, mapear, y determinar así la zona del naufragio. Si bien los resultados hasta ahora han sido desalentadores, al menos para los familiares de la tripulación, ya que no se han encontrado los restos, no se puede sostener lo mismo de la información recolectada de este accidente. Esa información será vital para las futuras estrategias navales y de seguridad marítima, especialmente de los Estados hegemónicos involucrados en la búsqueda y rescate de la nave argentina siniestrada.

Ahora bien, ¿cuál ha sido el papel de la UNASUR en esta crisis, como principal institución de la seguridad sudamericana? La respuesta es contundente: ninguna. No por falta de voluntad de los gobiernos y de los Estados Mayores de sus Fuerzas Armadas, que fueron fecundos en declaraciones pero muy limitados en acciones. Esto por carecer de una estrategia marítima regional.

La participación de los Estados Unidos y de Gran Bretaña en la búsqueda del ARA “San Juan” es una acción en definitiva de la OTAN. Para esta última organización el Atlántico Sur es el acceso inmediato a riquezas marinas incalculables, especialmente las del continente antártico. En este punto cabe señalar que las Islas Malvinas son la principal base oceánica insular de la OTAN; aunque ocupadas por más de dos siglos por los británicos, éstos actuaron en la guerra de las Malvinas como un Estado OTAN, y como tal recibieron todo el apoyo tecnológico de los Estados Unidos.

NO es este el espacio para pronunciarnos sobre el dilema interno que divide a la sociedad argentina entre la guerra contra la subversión y la guerra de las Malvinas. Las naciones deben ser capaces de enfrentar su pasado y proyectarse al futuro. Así lo ha hecho, por ejemplo, Alemania desde la destrucción de la sociedad civil y la derrota militar total en la última guerra mundial. Alemania hoy es el Estado líder de la Unión Europa y país miembro de la OTAN. 

En el escenario mundial de la Globalización y de un sistema internacional multipolar, con la presencia de Estados hegemónicos regionales, y potencias globales, América Latina debe tomar una posición frente al conflicto global que está desarrollándose en los espacios planetarios regionales.

La primera lección de la pérdida del ARA “San Juan” es la creación y consolidación de una estrategia naval de seguridad de la UNASUR. Sin duda esta requiere de protocolos y estandarización desde el diseño de las flotas a las operaciones. Son aspectos técnicos que deberán resolver los Almirantazgos, por cierto ausentes en la crisis del ARA “San Juan”.

Una primera medida urgentísima, que nos atrevemos a proponer, es una estrategia naval específica en el ámbito de las fuerzas submarinas de los Estados UNASUR que tienen intereses antárticos y de protección de la ZEE: Argentina, Brasil, Chile, Perú. Esto implica una estrategia y operaciones comunes y códigos geopolíticos marítimos conjuntos.

La creación de los Estados iberoamericanos fue una tarea mancomunada de los Ejércitos y Escuadras libertadoras. Esa fue la visión estratégica de los padres libertadores, tradición continuada en Argentina, entre otros, por la obra del Almirante Segundo Storni: “Intereses argentinos en el mar” (1916). Debería ser hoy el fundamento de la UNASUR para una estrategia marítima global regional.

Que la creación de esta estrategia marítima sea el mejor homenaje a los bravos marinos argentinos del ARA “San Juan” que en defensa de la soberanía argentina rindieron sus vidas, como juraron hacerlo desde el momento mismo que iniciaron la noble carrera en la marina militar.

AUTOR: PATRICIO CARVAJAL ARAVENA

FUENTE: DOSSIER GEOPOLÍTICO

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